El artífice de Santoku es el chef venezolano Gabriel Suárez, quien nos conquista con una sorprendente experiencia gastronómica democratizada.
Con tan solo una mesa con capacidad para ocho comensales, es muy posiblemente el restaurante más pequeño de la capital. En su reducido espacio, Gabriel Suárez nos adentra en una inolvidable experiencia culinaria que se plasma en un sorprendente menú omakase de seis pases.